Hace unos cuantos años tuve un novio con el que, en realidad, no es que estuviera emparejada mucho tiempo, pero que me dejó como recuerdo el haberme adentrado en la que ahora es una de mis mayores aficiones: ver películas porno. Durante el tiempo que estuvimos juntos, puedo decir sin temor a equivocarme que pudimos vernos más de mil de estas producciones juntos, si hasta nos hacíamos maratones y todo; éramos lo que se puede llamar sin temor a equivocarse, unos salidos.
Hoy me he acordado de él porque, mientras disfrutaba de un poco de porno online durante la pausa para el bocadillo, me he dado cuenta de que echaba bastante de menos esas películas X de hora y media de duración, que en realidad no tenían argumento ninguno y que sólo se trataba de pasar a una escena a otra de sexo sin que la mayoría de las veces estuvieran relacionadas ni nada. No diré yo que fuera cine para ganar un Oscar, pero oye, ¡cuántas horas de disfrute nos proporcionaron! Y lo que le faltaba al guión, nosotros se lo poníamos, a veces hasta jugábamos a adivinar quién follaría con quién, e incluso hacíamos pequeñas apuestas que al final se saldaba, cómo no, con sexo en vivo entre nosotros mismos.
Y es que el cine para adultos, x, verde, porno, o cómo queramos llamarlo, ya no es lo que era, al menos en nuestro país, aunque mucho me temo que tampoco en otros puede emular la gloria de tiempos pasados. Se siguen haciendo películas, sí, y las productoras y distribuidoras siguen haciendo su trabajo, pero ya nada es como antes. Desde España, casi es imposible acceder a nuevas producciones, a no ser que sepas exactamente lo que estás buscando, y con toda probabilidad acabarás en internet, accediendo a webs de otros países, y casi podría asegurar que de forma no original.
Ahh, cómo echo de menos esos días en que ibas a un videoclub y tenían todo un catálogo de películas porno, que se iba renovando cada poco tiempo… Ahora, el contenido online es tan abundante, tan variado y sobre todo, gratis, que somos pocos los que no nos sentimos totalmente satisfechos con él. Nos llaman frikis, exigentes, y hasta anormales, pero los vídeos de diez o quince minutos pocos pueden satisfacernos a los que gustamos de ver largos metrajes, con sus créditos incluídos, para saber quiénes dirigen, escriben guiones o protagonizan escenas. No nos conformamos con la paja del momento, la verdad.
Y por eso, desde este blog, quiero hacerle un pequeño homenaje al cine porno, recordando algunos de sus clásicos, y por supuesto dando las noticias más actuales… si es que encuentro alguna.